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La catalogación descriptiva es la etapa del proceso técnico mayor donde se extraen diversos datos de la obra que se está procesando, para constituir las fichas bibliográficas. Para ello, el bibliotecario catalogador describe ordenadamente los datos bibliográficos de una obra determinada, tales como el autor, título, tipo de formato, lugar de edición, editorial, año, etc., en un formato también estandarizado denominado "ficha", con las cuales se construyen los catálogos de biblioteca, tanto para uso interno como para los usuarios, y que pueden ser de forma impresa o electrónica. La catalogación es el proceso mediante el cual el catalogador prepara las fichas que permitan al usuario:
La catalogación descriptiva requiere herramientas que facilitan al bibliotecario catalogador la sistematización de la información, para presentar al usuario los datos de una obra de manera estandarizada, con lo cual, sin importar de qué biblioteca se consulte un catálogo, la información bibliográfica (fichas bibliográficas) tendrá la misma presentación.
Para realizar la catalogación descriptiva el catalogador debe utilizar instrumentos de apoyo especializados como son los códigos de catalogación, que son un conjunto de principios básicos y reglas, estructurados de manera tal que auxilian al catalogador proporcionándole la base para ir ampliando los catálogos consistente y uniformemente; dichas normas deben conocerse para evitar organizar la biblioteca con criterios personales que impidan ser continuados por otras personas. El código internacional reconocido actualmente se denomina Reglas de catalogación angloamericanas, 2ª edición (RCAA-2), que se utiliza en las bibliotecas mexicanas. Dichas Reglas son utilizadas por la mayor parte de los bibliotecarios del mundo y son resultado de un movimiento histórico normalizador, surgido del trabajo de asociaciones de bibliotecarios profesionales preocupados por obtener una estandarización en la presentación de la información y para compartir recursos e intercambiar información. Dependiendo del tamaño y objetivos de la biblioteca, el catalogador deberá establecer como política a qué nivel va a utilizar las RCAA, ya que éstas permiten procesar la información en tres niveles de descripción:
El primer nivel se recomienda para las bibliotecas públicas y escolares de nivel básico, el segundo para bibliotecas generales de acervos mayores a 30,000 títulos, mientras que el tercer nivel lo utilizan bibliotecas que necesitan aplicar elementos adicionales como las bibliotecas especializadas. Lo anterior significa que dependiendo del tipo de biblioteca, la catalogación deberá ser más o menos detallada, incluyendo o no información que puede ser útil a los usuarios. Para las bibliotecas escolares de nivel medio superior y universitarias se recomienda utilizar la catalogación de segundo nivel. La catalogación descriptiva consta a su vez de dos etapas:
a) En primer término, se estructura la información descriptiva, agrupada en los ocho puntos de información o áreas bibliográficas de la catalogación descriptiva. Para ello se aplica la primera parte de las Reglas de Catalogación Angloamericanas (RCAA), y la información se toma de las partes físicas de las publicaciones, como se indica en el cuadro siguiente:
Como se aprecia, la mayoría de los datos que se requieren para catalogar un libro se obtienen de la portada (no confundir con la cubierta o tapa), que es la hoja que normalmente va detrás de la guarda (hoja en blanco), o de la anteportada (hoja en la que aparece el título. De la portada se extrae la información del autor, título, editorial, dibujantes, traductores, etc. La contraportada contiene el resto de datos: colección, título original, edición, ISBN, depósito legal, etc. La catalogación descriptiva se complementa por una puntuación específica determinada, para la presentación estandarizada de la información, que también especifica las RCAA. b) En segundo término se estructura el ASIENTO, que describe el autor o autores de la obra, responsables del contenido intelectual del material, pudiendo tratarse de autores personales, de un autor institucional, denominado corporativo, o de una conferencia o congreso, ejemplo:
Para establecer el ASIENTO también se aplica la segunda parte de las RCAA, que facilita la construcción del mismo en forma normalizada; la información se puede tomar tanto de la publicación en proceso, como de cualquier otro punto de acceso como es el catálogo de autoridad, una enciclopedia, un sitio web, etc. La información bibliográfica de los materiales se presenta en una ficha que puede tener alguna de las siguientes estructuras: Los programas de cómputo especializados para bibliotecas permiten capturar y presentar la información conforme a los estándares de las RCAA y están diseñados en un lenguaje especializado con fines bibliográficos. Este lenguaje también facilita el intercambio de información entre las entidades bibliográficas, pero también permite hacer conversiones de datos cuando se migra de un software a otro, sin tener que recapturar la información; otra ventaja de los catálogos electrónicos es que usuarios y bibliotecarios pueden hacer archivos electrónicos, para llevar o enviar por correo electrónico, con información de los catálogos ya sea para elaborar bibliografías o para consultar los datos posteriormente. |
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| UNAM - DGIRE | México, D.F. | Octubre 2007
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